Otra noche de Eurovisión. El sábado pasado se celebro en el Festival de Eurovisión, que este año reunió a un montón de frikis en Oslo, y a un montón de gente en sus casas (creo que la cifra oficial ronda los 8 millones). Yo lo vi, como cada año desde hace unos pocos, y como cada año solo me sirvió para constatar una cosa, la música en Europa esta casi tan mal como en España.
Para empezar diré que a mi me encanto la actuación de Daniel Diges, creo que estuvo muy bien, sobretodo teniendo en cuenta lo que tuvo que aguantar. Ni siquiera voy a nombrar al patético espontáneo, pero lo peor de todo es el eco que todo eso ha tenido en la prensa, que sabiendo que es lo único que buscaba le han dado toda la publicidad gratuita que quería. Entorpecer uno de estos espectáculos, por lo visto sale barato, así que no nos podremos sorprender la próxima vez que un imbécil reviente un acto solo por que si.
Lo mejor del siempre aburrido festival fue esa especie de flashmob que se marcaron desde los diferentes países europeos, que fue muy divertido y original. Espero que tomen nota y empiecen a introducir alguna novedad divertida mas. Por cierto, Uribarri sigue siendo un plasta, pero una vez mas acertó todas las votaciones, espectacular.
Espectacular y también patético, por que a pesar de contar con “jurados especializados” en cada país, los resultados (y aunque ganara Alemania) fueron igual de previsibles que el resto de los años. No se que esperamos para hacer como Italia y pasamos de esta gente, que ya empieza a dar mucha pereza aguantar las mismas tonterías cada año.
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