Me encanta la nueva etapa de Alla tu. No es que esta entrada vaya a tratar sobre ello, pero me gusta que este obteniendo buenos resultados de audiencia y subiendo (ayer hizo máximo) por que me lo paso muy bien con Jesús Vázquez y compañía. Espero que nos dure mucho tiempo.
Pero hoy no toca eso, hoy toca hablar de las Princesas de barrio de La Sexta. El nuevo docu-show que estrenaron el domingo después de Salvados.
Básicamente se trata de seguir la vida de algunas chicas de barrio, aunque yo añadiría el adjetivo “especiales” antes de chicas, pero aun no se si para bien o para mal.
Resulta que me divirtió y horrorizó a partes iguales, pero siempre desde un contexto de entretenimiento televisivo y para pasar el rato. Quiero decir que tomárselas demasiado en serio sería hacerles un favor, pero no puedo ignorar lo que me reí anoche, lo bien que me lo pase y las veces que exclame “no me lo puedo creer” mientras veía el supuesto día a día de estas chonis por excelencia. No es que las cosas que hagan o digan me pillen mucho de sorpresa, se que esta gente son mayoría en el mundo, pero verlo de cerca es verdaderamente curioso.
Es como si hubiesen metido a las tias que salieron en Las joyas de la corona y les hubiesen dicho que se comportaran como Belén Esteban en sus días mas chungos. Claro, que eso a ellas les sale natural, no necesitan imitar a nadie.
Este programa hay que verlo de esta manera, tomárselo en serio es como ver Gran hermano esperando aprender algo, por que si nos fijamos en el trasfondo trágico de la vida de estas compradoras compulsivas del Bershka la cosa se pone realmente triste.
No tengo problema con que una chica baile desnuda (o semi) en una discoteca, cada uno hace lo que quiere o puede para ganarse la vida, eso me parece bien, pero oírla opinar sobre el aspecto físico de otros mientras va a vender óvulos para sacar dinero para ponerse un culo nuevo, me supera. Cosas como esa son las que me hacen pensar que nada bueno van a sacar estas chicas de su paso por televisión, como mucho esto será un subidon antes de volver a encontrarse de narices con la cruda realidad.
Sea como sea, verdad o mentira, te gusten o no, para nosotros los espectadores nos van a servir para pasar un rato divertido hasta que nos aburran, algo que como pudimos comprobar con las Mujeres ricas puede que suceda en una sola temporada. De momento nos hacen reír.
Por cierto, yo me quedo con esa mezcla de ilusión y patetismo de la Paqui cantante de orquesta de 27 años, que aun espera su oportunidad. Deliciosa desesperacion vital y televisiva.
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