Hace años uno podía identificar perfectamente de que
director era la película que estaba viendo, y puede que sea yo y que el paso de
los (pocos) años hayan cambiado mi perspectiva, pero ya no resulta tan fácil.
Hay pocos directores cuya factura resulte reconocible a primera vista y aun
menos si de lo que se trata es de mantener cierta calidad en sus películas.
Para mi, uno de los pocos directores a los que se puede
seguir últimamente y que nunca defrauda es Darren Aronofsky. Desde que vi Pi,
que reconozco que es una película difícil, pero fascinante que no puedes dejar
de ver, todo mantiene un sello, tanto de factura como de calidad. En todas hay
cierta oscuridad, dolor y sobretodo mucha redención y sentimientos varios. De Réquiem
por un sueño a Noé todas son buenas películas como poco, y eso es decir mucho
para un director hoy en día.
Cuando leí que Aronofsky dirigiría esta película pensé “ya
la hemos jodido, otro al que se le ha ido la olla y se pone a hacer cosas raras
con la religión”, y teniendo en cuenta mi ateísmo era normal horrorizarse ante
el hecho de que uno de tus directores favoritos vaya a dirigir una historia de
la biblia. Así que lo reconozco, soy un hombre de poca fe, pero debí haber
tenido mas en el señor Aronofsky, por que ha hecho una película magnifica.
Puedes ver Noé desde muchos puntos de vista, eso dependerá de
tu cabeza y posiblemente de tus creencias. Los fanáticos la odiaran, de hecho
la han prohibido en varios países (consiguiendo como siempre el efecto
contrario), por que consideraran que todo es muy sacrílego o incluso que se
esta riendo de algo que ellos creen a pies juntillas. Pero si eres una persona
normal, creyente o no, Noé es una gran historia, una buena película muy bien
hecha, con unas interpretaciones excepcionales y dirigidas magistralmente.
A pesar de estar basada en historias que se han podido rodar
antes (jamás como aquí) es muy original, consigue que te metas en la historia y
creas todo lo que te va contando. En algunos momentos crees estar viendo una
peli de fantasía que trata temas muy serios, de una gran manera gracias a unos magníficos
actores. Russell Crowe no puede estar mejor, es brillante en todas las fases
por las que pasa su obediente y paternal Noé. Jennifer Connelly y Emma Watson
se crecen a medida que pasa la película, junto con el resto del reparto que no
puede estar mejor elegido.
Mención aparte para el importante papel de un estupendo
Anthony Hopkins y sobretodo para el papel mas desagradecido y necesario, el de
Ray Winstone. Que buenos son.
Me temo que Noé será odiada y querida a partes iguales. A mi
me ha gustado mucho, pero yo no veía su historia como algo real antes de verla,
y me gustan los cambios y como la cuenta su director, que ha cogido un buen
material y ha construido una gran película para el gran publico, entretenida, directa
y que quiere decir muchas cosas. Una de las películas con mas contenido y mas
interesantes de la temporada. Como ya he dicho, magnifica.
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