Aunque parezca
mentira, por el tiempo que hace que llevan anunciándola en sus autopromociones,
esta semana Antena 3 ha estrenado la película Palmeras en la nieve. Esto no sería reseñable mas allá de si la
película es buena o mala si no fuese por como ha sido utilizado ese estreno.
Telecinco eligió
este pasado lunes para estrenar una de sus apuestas de la temporada, Vivir sin permiso, su serie sobre el
narcotráfico en Galicia (oh¡ sorpresa¡) producida junto a Netflix y que también
se verá en la plataforma de streaming próximamente. Por ese motivo a Antena 3
se les ha ocurrido una estrategia para molestar en ese estreno a su competencia
directa y que este no fuera tan impactante como podría ser. Porque en esto de
las audiencias y el share hay unas reglas no escritas, y una de ellas dice que
nunca harás mas audiencia que el día del estreno. La audiencia máxima de una
serie suele ser la del día de su primer episodio y eso marca el resto de sus
emisiones, puede estabilizarse, bajar un poco o ir desplomándose sin remedio.
El caso de la subida en audiencia de una serie después de su estreno es
excepcional, y solo se explica con un éxito sin precedentes. Por este motivo
Antena 3 ha decidido “molestar” en el estreno de Vivir sin permiso no solo una semana, sino dos. Para esto han
cometido lo que es sin duda una aberración, dividir la película en dos y
emitirla en dos lunes consecutivos, como si de una miniserie se tratara. Si, lo
han leído bien, en estos tiempos de inmediatez que corren, donde se cuelgan
series enteras el mismo día y lo queremos todo al instante Antena 3 ha decidido
emitir una película dividida en dos con una semana de diferencia entre parte y
parte. Lo peor es que visto el resultado de audiencia del primer lunes la cosa
parece que les va a salir bien, al menos para lo que a ellos les importa, que
son los números. Lo que les importe a los espectadores ya es otro tema.
Mas allá de la
calidad de la obra esto es una salvajada. Palmeras
en la nieve no es una gran película, sí una gran superproducción, pero no
una gran película, mas bien de domingo por la tarde diría yo, pero eso da
igual. Hacerles esto a los espectadores me parece un insulto, por que por mucho
material extra que pongas una semana y otra la obra está concebida para verse
del tirón y punto. Si además le añades la falta de ritmo, las toneladas de
publicidad o que la película tenga alguna carencia el resultado será un
desastre. Para el espectador, claro, la cadena estará contenta y satisfecha por
que ha conseguido su objetivo, tener audiencia y de paso joder a la otra
cadena.
Debería estar en
manos del espectador castigar este tipo de estrategias, pero eso es muy
difícil. Al televidente medio no le importan estas cosas al parecer y visto el
resultado nos la colaran todas las veces que quieran. Por suerte y viendo en la
dirección en la que va el consumo de televisión para las nuevas generaciones y
el visionado bajo demanda estas estrategias deberían ser cada vez menos comunes.
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